A pesar de que Estados Unidos es el país con más casos de coronavirus en el mundo, hay un pequeño pueblo que logró salvarse y evitó la enfermedad entre sus habitantes. Se trata de Point Roberts, un sitio de 12 kilómetros cuadrados ubicado en las fronteras de Canadá y el cual forma parte del condado de Whatcom, en el estado de Washington.

Point Roberts tiene solo 1,300 habitantes y está separado del resto del país por 15 kilómetros de agua, por el estrecho de Georgia. La razón por la que este lugar no registra casos de coronavirus es que sus pobladores deben de cruzar dos puentes fronterizos para salir: uno para entrar a Canadá y el segundo para reingresar a los Estados Unidos.

A Point Roberts solo se llega o se sale en lancha o avioneta privada. Con el inicio de la pandemia, las fronteras del conocido ‘Point Bob’ (nombre que utilizan sus habitantes) quedaron cerradas.

Por un lado el no tener casos de Covid-19 es un gran alivio para sus pobladores; sin embargo su aislamiento tuvo un alto costo: la economía local se desplomó debido a que dependen en gran parte al flujo de Canadá.

«Somos una comunidad que depende de nuestra población estival para generar ingresos suficientes para el resto del año. Pasamos de 1,300 en invierno a casi 6,000 personas durante el verano, y sin este negocio extra vamos a perder algunos de nuestros establecimientos locales que no tienen las reservas de efectivo para sobrevivir. La ocupación de nuestro puerto ha bajado a un poco más del 20% de su capacidad y está a la venta, así como el campo de golf, que está cerrado. Solo dos restaurantes abrieron esta temporada y por tres días a la semana, con horario limitado. Nuestra cafetería está trabajando un 80% menos de lo normal y puede que no sobreviva», dijo Bennett Blaustein, habitante de Point Roberts, en entrevista con Point Roberts TV.

Algunos pobladores de Point Roberts creen que las fronteras permanecerán cerradas hasta inicios del 2021, lo que significa un duro golpe a la mayor parte de sus habitantes.